Cuentos de la Alhambra de W.Irving.
(...) El rey, guiado por el pastor y seguido por los cortesanos, corrió a buscar el pasaje descubierto, pero fue inútil, había desaparecido. Ordenó efectuar nuevas excavaciones que resultaron vanas. Los símbolos mágicos representados por la llave y la gigantesca mano protegían podero-samente al señor de aquellas montañas.
Abén Habuz alcanzó a vivir unos pocos años más, de los cuales no gozó un solo día de la ansiada tranquilidad. El recuerdo de su bella cautiva, las continuas luchas con los príncipes vecinos y las intrigas de la corte, amargaban de sobra su corazón.
El lugar en que Ibrahim dijo o simuló construir el famoso palacio y jardín fue llamado por los habitantes de Granada "La locura del rey" o "El paraíso de los locos".
Allí se construyó muchos años después la Alhambra (....)"
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